Amapolas, traje flores de colores,
También traigo un arsenal de frases pa' que te enamores;
Si el tiempo es ciego y tú pones las condiciones,
Nunca te diré hasta luego, por miedo a que no me llores.
A veces mis palabras son como puñales,
Pero traje los buenos modales pa' que me perdones;
A veces el espacio entre nosotros muere,
Por los celos que le tiene a tus ojos y a mis canciones.
Si el universo es un beso compuesto en versos,
Te haré un cometa con versos cosiendo besos;
Te hice el amor en prosa, y rosas con mis huesos,
Por si muero joven, te acuerdes de mi por eso.
Y hoy tu piel suave me abraza en camino estrecho,
Vamos a brindar con amor que así me emborracho;
La reina que me mira y me pega los cachos,
Porque el infinito es más que un ocho, tumbado en tu pecho.
Y te busco por la city, ahí donde nada es gratis,
Te sueño con los ojos rojos, dentro de un buggati;
Tiran confetis si hago un tema que no hablé de ti,
Pensar París volando el cielo montado en un zepelín.
Y me acordé de ti, mientras conducía un volvo,
Porque tú eras de buscar amor donde sólo había polvo;
Hoy sólo hay bitches que quieren subirse a bordo,
Yo que era un cero a la izquierda aunque siempre he sonao' gordo.
Y estoy afónico, triste en mitad del púlpito,
Y te veo con otro hablando y solo me dan pálpitos;
Yo tan nervioso y gris cantando con el público,
Y tú tan risueña aunque pa' mi solo hay un rostro apático.
Hago poemas en la palma de tu mano,
Solo quería amarte y tú me ves como un marciano;
No voy a hablarte, porque eso va a ser en vano,
Y si la suerte existe porque no estás a mi lado.
Y ya no pienso en ti, eso no me tiene triste,
Estoy guardando to' el amor que me cabe y que no quisiste;
Que ya lo sé, que para ti yo fui un desastre,
Y ahora soy mi propio sastre cosiendo lo que rompiste.
Querías una canción de amor pa' ti princesa,
Pero el amor que te di, lo cobraste con intereses;
Tú eras la loca que hizo estallar mi cabeza,
Y que me hacía sentir culpable por tratarte mal a veces.
Tú cada vez más distante, y yo más distinto,
Te bastaba con un instante, pa' mostrar tu instinto;
Te gustaba ir delante, pa' marcar tu ritmo,
Pero no fuiste constante en esto de sentir lo mismo.
Y yo con paranoias que me hacían enloquecer,
Y yo guardando to' mi amor solo pa' ti mujer;
Yo me desviví por ti y me dejaste en tierra,
Y ahora solo siento rabia y da comienzo nuestra guerra.
Tengo un demonio en mi hombro izquierdo que me ayuda,
Me cansé de hablar con cuerdos que no resuelven mis dudas;
Escribo penas, sobre poemas de Neruda,
Porque desangrarme en cada rima, es lo que más me cura.
Tuve un romance con el calor de sus labios,
Pero no alcancé a besarle, y ahora le lloro a diario;
El alma sucia, el corazón lleno de barro,
Y ahora estás con dos o tres pero pa' ti yo soy el guarro.