¿Quién me pasó la antorcha del miedo desde la oscuridad?
¿Quién pensó que era un fraude respirar?
¿Quién me dijo que en la vida se podía elegir?
¿Quién me dijo que en la vida se podía vivir?
Si cuanto he intentado ha sido en balde
Solo he profanado tumbas abiertas
Y hollado campos de cartón
Y honrado viejas normas de piedra.
Por fin, miro y digo: aquí estoy con la verdad que me acompaña,
La cual se despliega serena bajo el sol sobre mi mundo
Cuando solo calla.
Acaso la llama de la Tierra se puede apagar de un soplido no
Acaso puedes envenenarme con algo que no sea divino
Y cuando me dieron el mundo para que lo tocara no vi en el sino fuerza
Acaso esa fuerza ya no está, sigo en busca del abrazo de una Estrella.
Entonces que vengan a mi los disfraces del mal voy a prenderles fuego
Bailaré sobre sus llamas inquietas, parpadeantes y bellas.
Lloraré con ellas, lloraré con ellas.
Que vengan a mi las caretas,
Que parecen proceder del mismo infierno,
A fin de cuentas seré yo
Quien vea el rostro de dios tras el humo del averno.
Cuando todo lo demás haya pasado mis manos aún no serán de piedra,
Habrá aliento saliendo de mi boca y sangre corriendo por mis venas
Si cuanto he intentado ha sido en balde
Solo he profanado tumbas abiertas
Y hollado campos de cartón
Y honrado viejas normas de piedra.
Si cuanto he intentado ha sido en balde
Solo he defendido causas ajenas
Y hollado campos de cartón
Y honrado viejas normas de arena.
Me derramaré con ellas, me derramaré con ellas,
Me derramaré con ellas.