Allí donde el vacío Se funde con la mar, Navega en un navío Un niño de cristal. Y a veces siente frío Y no puede temblar... Su destino va unido Al gozo de la tempestad. Y grita dulcemente, Como una luz callada, El eco del diamante De su frente. Y a veces sin embargo La tormenta descansa Y en el triste letargo Brilla el pecho. Trazos de poesía, Como hilos de colores, Inundan estos días El aire de la noche. Hijo de las estrellas, Deja ya de llorar. No cantas ni navegas En vano por la mar. El universo espera Que rompas el cristal Y estalles con la luz Del firmamento. Te fundas con las aguas Oscuras de la mar Desvela para el cielo Su secreto. Y ¡estalla ya! ¡estalla ya! Dulce niño de cristal. Que todo el mundo espera por poder estallar.