¡Que venga el olvido! con su cara borrada, Sus sordos oídos y su boca sellada, Que venga el olvido, a dormir conmigo Y se quede dormido con mi mismo ronquido. ¡Que venga el olvido! y se lleve las risas Y todos los llantos, todas las caricias Que venga el olvido y se lleve intactos Todos los abrazos y los besos dados Y la piel de los dedos que te acariciaron. ¡Que venga el olvido! a llevarse los nombres Que fueron testigos con caras y voces Que venga el olvido como un apagón Que lave nostalgias con un tormentón Que lo que haya sido se quede en silencio Que deje de una, dormidos los sueños, Que no quede nada, que pensar despierto Que apague la luz, que destruya el huerto, Que en el pozo seco, solo bebas tú... Que venga el olvido, a enterrar la memoria Y que todo lo que a sido, solo sea historia Que venga el olvido y cubra su manto, Todo lo que digo y que sigo amando. Que venga el olvido, que cierre las puertas, Ventanas, postigos y heridas abiertas, Que venga el olvido y se lleve calladas, Todas las palabras, que nunca te digo, Y te lleve en andas, que no lo consigo... ¡Que venga el olvido!... ¡Que venga el olvido!... ¡Que venga!... ¡Que venga!.