Que me he enganchao a las aletas de unas sirenas Que a veces se sumergen tanto Que llegan a la oscuridad. De vez en cuando me sueltan en alguna orilla, Donde siento que hay más vidas, Que no cuesta respirar. Calidos olores de fruta fresca, Y agua del mar Del que mis pies no se alejan, pues espera ¡que me vuelvan a llevar! Porque hace días que se fueron Y nunca se sabe cuando volverán. Pongo mi oreja en todas las conchas que encuentro Pero no me dicen ná. Ná de ná Lo peor de todo esto Es que espero sin más. Si el mundo no parece tan feo, Y el mar miedo me da. Que me he enganchao a las aletas de unas sirenas Que, en fin, no saben donde van...