Carlos hablaba despacio, cuidaba Su espacio, temía ceder. Marta tenía muy claro, con él A su lado soñaba crecer. Ese difícil abrazo que andaban Buscando quiso aparecer. Esa noche de verano el mar a su Lado los vio amanecer. Ambos pedían más tiempo a Los días aprendiendo a querer. Ambos temían que de vuelta Al mundo se separarían. Mientras, se prometían: Nos volveremos a ver... Y el otoño llegó deshojando el amor Que habían plantado, Y el invierno enfrió Las promesas, Dejó sus labios cortados... Carlos volvió cada año durante El verano al mismo lugar, Porque siempre guardó la esperanza De que se encontraran Los dos frente al mar. Marta después de algún tiempo Deshizo aquel sueño, dejó de buscar. Y se encontró en otros brazos, Besando otros labios, volviendo a empezar... Un diciembre saliendo del metro Carlos se giró. Había escuchado que alguien Le llamaba desde el otro lado. Era Marta llorando... Carlos que guapo estás. Y la vida pasó y un recuerdo les dio, Que a menudo aparece por las noches Y crece si miran al cielo los dos... Y el otoño llegó deshojando el amor Que habían plantado, Y el invierno enfrió Las promesas, Dejó sus labios cortados...