Mudaron las rosas que te regalé Su color y a quien dejaste pintarlas ya no fui yo, Y a las miserables horas diste pie De las que a los minutos avanzar se les olvidó. Qué alegres las fotos que recuperé; Qué triste mi cara al romperlas y ver qué nos quedó. Me dijo la vida con su voz más cruel: "Para hacerte sufrir te dejé jugar con el amor", Y al verso que quise grabar en tu piel Lo vi por la ventana despeñarse ya sin color. Si aún me guardas vaho acércate A mis azulejos, luego empápalos y obsérvalos, Y cada corazón que allí dibujé Verás como entre gotas de agua se desvaneció. Cada tarde amarga, cada madrugada, cada noche larga creo recaer; Luego recupero las fuerzas que trae el amanecer. Pienso, ando, corro, vuelo, huyo del lamento; Me persigue pero debo evitar ser más lento; Si me alcanza volveré a sentir que me arrepiento Y volverá a mí el dolor, el del primer momento. Piensa, anda, corre, vuela, huye tras tu cuento; No te hostigaré cuando ya no me quede aliento; No permitas que yo me convierta en tu tormento; No quiero que vuelvas si murió ya el sentimiento.