Deja que te ayude a recoger las dos lágrimas Que del filo de tu falda cuelgan ingrávidas, Esas tan cobardes que fardan de sus sollozos Pero no se atrevieron a nacer en tus ojos, Los mismos que con sólo lanzarme una mirada Me dicen que estás mal pero no puedo hacer nada. Intentaré odiarte sólo por si aun más te siento, Y así mis días se van, entre malos pensamientos Que me hacen olvidar todo el mal que me es ajeno; Mira que si estoy bien y es sólo que no me cuerdo... Para ti es mi reloj, no pierdas su hora de vista Que el tuyo se ha empeñado en marcar siempre la misma. Dame un beso largo, un abrazo y un "no te vayas" Que a mis ganas de esperar con eso ya les basta. Para cuando tu sonrisa a tu paso preceda Te espero al final de nuestra misma carretera. Dame una navaja y con ella mi pecho rasgaré Una vez por cada hora que queriéndote pasé Y antes de que acabe me habré quedado sin piel. ♪ Cuidado, que traigo más de lo que puedo cargar, Es todo lo que quiero decirte cuando al mirar Juntos hacia el techo tú me abraces convencida Y yo te cuente lo que no me atrevo con tinta. Quiero que me tires con firmeza de la mano Y señales hacia donde quieras que vayamos. Arrastra con tu paso mi caminar torcido Y ponme en tu rumbo, que quiero que sea el mío. Salta sin pensar en lo que habrá al llegar abajo, Yo procuraré que caigas sobre mis zapatos. Si todo esto lo he soñado y no existes de verdad Quiero decirle a la imagen que te fue a representar Que quiero otro asalto y luego veinte mil más. ♪ Dame una navaja y con ella mi pecho rasgaré Una vez por cada hora que queriéndote pasé Y antes de que acabe me habré quedado sin piel. Si todo esto lo he soñado y no existes de verdad Quiero decirle a la imagen que te fue a representar Que quiero otro asalto y luego veinte mil más.