Un momento, cuánto queda para que vuelva a pensar Que me apetece repetir Que me vale lo que hago aunque implique retrasar Lo que habría que preferir Por tozudo, por disperso o incapaz de asimilar Que no hacer nada es elegir Me descalzo de mis pasos y los dejo escapar Que no hacer nada es elegir ♪ Miro al infinito, que lo tengo enfrente Y está tan vacío, tan insuficiente Tan falto de ganas, tan inapetente Que se queda en nada y en todo lo ausente Escribo en mi lengua con tizón candente Tantas intenciones que he dejado pendientes Y enjuago mi boca bajo cualquier fuente Y ahí queda el intento, para siempre, doliente ♪ Me destapo, viene el frío y se pone a suspirar Y me arrastra a la dejadez Que me aplasta y me convence de que es pronto para andar Y ya estoy parado otra vez ♪ Hasta la ventana salto de repente Sólo porque busco ruido en el ambiente Y el murmullo estéril que deja la gente Haga lo que haga, cuente lo que cuente Se me abre una grieta del pecho a la frente Que gime y exige con un llanto estridente Que llegue la hora de ser imprudente Y de desbordarme ya de mi recipiente Y escribo en mi lengua con tizón candente Tantas intenciones que he dejado pendientes Y enjuago mi boca bajo cualquier fuente Y ahí queda el intento, para siempre, doliente ♪ Salgo a mirar el mar, donde consigo encontrar Lo que he venido a buscar sin hacer más que flotar ¿A dónde lo arrastrarán las olas al deambular Si sólo se acercarán para volverse a alejar?