La ceniza del cigarro inerte y gris como el dejo de tu mirada Cayó sobre tu pantalón manchándolo Y cuando el último rayo de sol cayó Absorto en tus cavilaciones Ahí, al filo del andén, dijiste adiós Y pensar que sólo ayer Tenías dos pequeñas joyas Él tenía 7 y ella 3 y en su niñez vos eras su felicidad Pudieron más los celos a un amante imaginario o real, qué mas da... Que ver a tus semillas florecer Y allá van... Las ondas caprichosas en tu taza de café te distraen un momento Y estás como viviendo una película Y el crujir del piso de madera Te recuerda aquella vieja casa Donde creciste entre el humo y el dolor La adrenalina del momento te enceguece la razón Y el percutir de los disparos es un trance en espiral En sus ojitos se refleja la inmensidad de tu traición Y ya no existen, ya no están Y allá van... Y allá van, viajando por la inmensidad del Cosmos Para nunca más volver Ellos sólo querían ser felices Ellos sólo querían ser felices Y allá van