M: ¡Lucy! L: ¿Qué hago aquí? M: Yo no lo sé. L: ¿Te das cuenta? Algo me pasa... ¡Como mi madre terminaré! M: No será así, tu vida empieza ahora con Arturo, no te preocupes duérmete mañana iremos de compras y verás que todo estará bien. P: Señor, señor, ya es hora de marchar. ¡VAMOS! El viaje es largo, y antes que se haga de noche al castillo de Drácula deberá llegar. ¡Vamos Señor Harker! MJ: Oye Rolando escucha bien hasta el paso del Borgo al inglés tú llevarás que sea rápido el viaje. Solo hasta el paso y nada más. P: Hey, el inglés ya listo está. MJ: Una vez más, le suplico, quédese aquí. J: Una vez más, le repito, que me debo ir. MJ: ¡No se olvide el crucifijo! J: ¡No! ¡Nunca más me lo quitaré! M: Nani, ¿has visto a Lucy? N: Estaba aquí hace un momento M: Las dos quedamos en salir y no la encuentro. Es tan extraño, pues quedo claro. N: No es extraño, ya no es la misma, pobre Lucy. Tantos nervios, ¿no la ves? M: Justamente eso es lo que a mí me hace entender, algo en su cabeza no está claro... N: Yo lo sé... M: Y por eso, te suplico, Nani tú, ayúdame. Pobre Lucy, es tan joven. Algo tenemos que hacer. N: Lo mejor será llamar al doctor Van Helsing a Londres, en unos días aquí estará es un amigo de la familia y a este favor no se negará