J: ¿Los muertos van de prisa? C: Jonathan... Jonathan... Jonathan... Jonathan... (Risas)
Ven, Jonathan, acércate a mí. Aquí está la condesa, Dolingen de Gratz.
(...)
C: Qué gran placer es...
A: ¡Tenerte cerca!
C: Qué bello es él...
A: ¡Es sangre fresca!
C: Ven, aproxímate.
A: Vente más cerca
C: ¡Tu esposa yo seré!
A: Junto a ella a ti te aguarda la eternidad, no lo dudes, ¡que momento! Ser inmortal.
C: Ven junto a mí ¡YA!
A: Ella te espera.
C: ¿No sabes tú bailar?
A: Ella te enseña.
C: Rápido, abrázame.
A: Ella es friolenta.
C: Tu esclava yo seré...
A: Ella es tan buena.
C: Yo que siempre fui, tal como me ves, frágil y obediente, soy una tierna mujer, ¿quién me ha de proteger?
Quiero tenerte para así sentirme siempre fuerte...
Tu energía para yo multiplicar mis días...
Quiero tu vida para, entonces, prolongar la mía...
P: ¡No! ¡No! No lo podrás tener...
C: ¡Él es mi presa!
P: Déjalo libre ya.
C: ¡Soy la condesa!
P: Fuera tú, Satanas.
C: No hay quien me venza.
P: La cruz te vencerá.
C: ¡Nadie me vencerá!
P: Y con certeza...
(...)
M: Su corazón, sigue latiendo...
Está bien. Llegamos justo a tiempo.
H: Debemos partir enseguida, a lo mejor nos atacan, y deben ser miles.
H2: ¡No! ¡No lo harán mientras tengamos las cruces!
H: Allí están, en sus guaridas, acechando, vámonos de este lugar maldito. ¡VÁMONOS!