He recibido una carta de mi amigo, el que está preso El que se expresa en palabras conmovedoras, por cierto Él siempre siguió al cantor, desde hace mucho tiempo Cuando mi canto solo era para pocos en el pueblo Solía ir con una niña, un sol, un ángel, un sueño Que escuchaba atentamente cada uno de mis versos Y me invadió la tristeza saber que el padre está preso ¿Quién llevaría a la niña a ver al cantor del pueblo? Y un día me llegué a verla, para saber, por supuesto Qué angustia y qué tristeza le conmovían su pecho Y al enterarse, su padre me escribió y desde ese momento He guardado, para siempre, cartas de mi amigo preso Donde dice que la luna se escondió hace mucho tiempo Donde la noche es más noche y hasta duelen los silencios Y me comentó que al sol lo ha podido ver de lejos Rayitos que por el patio anduvieron de recreo Desde entonces yo no quiero pájaros en cautiverio Ni el zorzal, ni la calandria, ni el cardenal, ni el jilguero Cada vez que veo una jaula me trae un triste recuerdo Y corro, y corro a leer la carta que me envió mi amigo preso