Recuerdo los campos, Los caminos viejos, Que de niño recorrí, Allá en mi pueblo. Un río brillante, Una hermosa quebrada, Un palmar que refrescar, La sed de mi garganta. Y el reloj, Ha marcado la diferencia, El tiempo pasó, Y la frecuencia, En mi tierra cambió. Pero yo He llevado en mi corazón, Cada uno de esos recuerdo, Que no se cambian por nada Que no se olvidan, Ni en la otra vida. Que siempre se llevan en el alma, Hasta el día de morir. Son los recuerdos de mi vida Que nunca olvidaré. Recuerdo esas tardes, Con mis viejos amigos En el campo de beisbol. Que lindos momentos, Recuerdo que era feliz, En casa no existía el tiempo, Y en el fondo se escuchaba El acordeón de mi viejo.