Menú Todos Los Santos An Danzza Era la vigila de todos los santos Un vivo fue a pescar donde los fuegos fatuos Brillaban traslúcidos en el manantial Cerca, un cortejo contempló en el bosque Peregrinación, doncellas engalanadas, Aureolas de lirios en flor Vamos a la ronda, ven, sígueme Bebe de este vino y acompáñame A la espesa fronda, en la noche en que Todos los difuntos se ponen de pie Almas errantes ¿Quién decís ser? Blancos sudarios cubren vuestra piel Me ofrecéis joyas, manjares de rey Del carruaje no tira ningún corcel Mujeres, hombres y niños os conjuráis Con místicos cantares sin cantar Desasosiego, aciaga confusión Estoy ciego, y herido mi corazón (Morte eterna) Aquel hombre vio a una muchacha que había muerto el año anterior Y, luego, uno tras otro, fue reconociendo a muchos de sus amigos fallecidos tiempo atrás. Intentó escapar de ellos pero no pudo pues danzaron en círculo a su alrededor Y lo tomaron de los brazos, intentando atraerlo hacia su baile. Y allí mismo, delante de ellos, cayó desmayado hasta el día siguiente, En que se encontró tendido sobre la colina Aunque el contacto con los muertos había ennegrecido sus brazos, No encontró rastro alguno del oro que le habían entregado. Triste, volvió a su casa casi sin aliento Llorando el dolor, engañado y herido Con un frio intenso en el corazón Vamos a la ronda, ven, sígueme Bebe de este vino y acompáñame A la espesa fronda, en la noche en que Todos los difuntos se ponen de pie Vamos a la ronda...