Si tú supieras lo bonito que es vivir La vida alegre acompañado de Jesús Comprenderías que no puedes ser feliz Que te hace falta de su gracia y de su luz Porque no intentas tener la oportunidad De que sea el dueño de todo tu corazón Porque no vienes y le cuentas la verdad Y arrepentido te conviertes a mi Dios Porque llorar, cuando no hay necesidad de que haya llanto Porque sufrir, cuando el precio de tu dolor ya está pagado Que no se escape de tus manos la esperanza De entregarle a mi Dios tu corazón La dadiva de Dios es alegría Y el don de un apacible corazón Su gracia hermosea el alma mía Sus labios me convencen de su amor Al triste corazón le da reposo Cuan dulce es la palabra del Señor Jehová es mi ayudador y es mi socorro Mi escudo, roca y mi libertador. End