1 Divino compañero del camino, Tu presencia siento yo al transitar; Ella ha disipado toda sombra, Ya tengo luz, la luz bendita de Jesus. Quédate, Señor, ya se hace tarde, Te ofrezco el corazón para posar; Hazlo tu morada permanente, Acéptalo, acéptalo mi Salvador. 2 La sombra de la noche se aproxima, Y en ella el tentador acechará; No, me dejes solo en el camino, Ayúdame, ayúdame hasta llegar. 3 Contigo la jornada se hace corta, No habrá sed, ni sol fatigará; Si en el mar las olas amenazan. Tú sobre ellas majestuoso andarás.