Que serena las palomas Que en el aire van volando Que feliz es su viaje Mientras yo tan desdichada Se posaron y llorando Les quería preguntar Que el amor que tanto quiero Me ayudaran a encontrar No imaginas como heriste a mi noble corazón No maldigo tu abandono Culpa del destino traidor Bajo un árbol muy frondoso Allí me puse a llorar Donde yo escribí tu nombre Tus recuerdos quedarán Por el campo muy solita Platicando con las aves Se me olvida mi tristeza Me consuelan sus cantares Nacieron las amapolas Que no habían brotado nunca Si me muero aquí solita Pónmelas sobre mi tumba