Con las manos tan repletas de tu piel cada día Con los labios aún mojados de tus besos de amor Con los ojos aún muy rojos de esta melancolía Me olvidaste y me dejaste sin tu voz Miro al espejo, me pregunto quién soy Y no estoy tan clara porque el dolor me anula y me desgarra Siento tu garra atravesando mi paz Me cuesta respirar y no hago nada más Que llorar Nada hago aún que llorar Las lágrimas por ti llorar Hasta que mi alma se ahogue sin deseo En el fuego de mi pueblo Que has dejado apagar y morir Con caricias aún guardadas en el fondo del cuerpo Con tu aroma aún flotando en toda la habitación Con la vida castigada en el rincón de los sueños Engañaste y traicionaste mi pasión Yo confiaba en tus frases de amor, en todas tus palabras Que al final no fueron más que nada Me desespera no poderme arrancar De cuajo tu mitad y no hago nada más Que llorar Nada hago aún que llorar Las lágrimas por ti llorar Hasta que mi alma se ahogue sin deseo En el fuego del recuerdo Que has dejado apagar y morir Su olvido sin compasión Me arranca los sentidos sin control ni razón Un diluvio hay en mi alma Y mi corazón triste se acaba Por llorar Nada hago aún que llorar Las lágrimas por ti llorar Hasta que mi alma se ahogue sin deseo En el fuego de mi cuerpo Que has dejado apagar y morir