Marco Aurélio: meditaciones, libro noveno
Uno
El que comete injusticias es impío.
Pues dado que la naturaleza del conjunto universal
Ha constituido los seres racionales para ayudarse los unos a los otros
De suerte que se favoreciesen unos a los otros, según su mérito
Sin que en ningún caso se perjudicasen
El que transgrede esta voluntad comete, evidentemente
Una impiedad contra la más excelsa de las divinidades
También el que miente es impío con la misma divinidad
Pues la naturaleza del conjunto universal es naturaleza de las cosas que son
Y éstas están vinculadas con todas las cosas existentes
Más todavía, esta divinidad recibe el nombre de Verdad
Y es la causa primera de todas las verdades
En consecuencia, el hombre que miente voluntariamente es impío
En cuanto que al engañar comete injusticia
También es impío el que miente involuntariamente
En cuanto está en discordancia con la naturaleza del conjunto universal
Y en cuanto es indisciplinado al enfrentarse con la naturaleza del mundo
Porque combate a ésta el que se comporta de modo contrario a la verdad, a pesar suyo
Pues había obtenido de la naturaleza recursos, que desatendió
Y ahora no es capaz de discernir lo falso de lo verdadero
Y ciertamente es impío también el que persigue los placeres como si de bienes se tratara
Y, en cambio, evita las fatigas como si fueran males
Porque es inevitable que el hombre tal recrimine reiteradamente a la naturaleza común
En la convicción de que ésta hace una distribución no acorde con los méritos
Dado que, muchas veces, los malos viven entre placeres y poseen aquellos medios que se los proporcionan
Mientras que los buenos caen en el pesar y en aquello que lo origina
Más aún, el que teme los pesares temerá algún día algo de lo que acontecerá en el mundo
Y eso es ya impiedad
Y el que persigue los placeres no se abstendrá de cometer injusticias
Y eso sí que es claramente impiedad
Conviene también, en relación con las cosas en que la naturaleza común es indiferente
Pues no habría creado ambas cosas, si no hubiese sido indiferente respecto a las dos
Que respecto a éstas, los que quieren seguir la naturaleza se comporten indiferentemente viviendo de acuerdo con ella
Por consiguiente, está claro que comete una impiedad todo el que no permanece indiferente respecto al pesar y al placer, a la fama y a la infamia
Cosas que usa indistintamente la naturaleza del conjunto universal
Y afirmo que la naturaleza común usa indistintamente estas cosas en vez de acontecer éstas por mero azar
Según la sucesión de lo que acontece
Y sobrevienen debido a un primer impulso de la Providencia
Según la cual, desde un principio, emprendió esta organización actual del mundo
Mediante la combinación de ciertas razones de las cosas futuras
Y señalando las potencias generatrices de las sustancias, las transformaciones y sucesiones de esta índole
Dos
Propio de un hombre bastante agraciado sería salir de entre los hombres sin haber gustado la falacia
Y todo tipo de hipocresía, molicie y orgullo
Pero expirar, una vez saciado de estos vicios, sería una segunda tentativa para navegar
¿Continúas prefiriendo estar asentado en el vicio y todavía no te incita la experiencia a huir de tal peste?
Pues la destrucción de la inteligencia es una peste mucho mayor que una infección y alteración semejante de este aire que está esparcido en torno a nosotros
Porque esta peste es propia de los seres vivos, en cuanto son animales
Pero aquélla es propia de los hombres, en cuanto son hombres
Tres
No desdeñes la muerte
Antes bien, acógela gustosamente, en la convicción de que ésta también es una de las cosas que la naturaleza quiere
Porque cual es la juventud, la vejez, el crecimiento, la plenitud de la vida, el salir los dientes
La barba, las canas, la fecundación, la preñez, el alumbramiento
Y las demás actividades naturales que llevan las estaciones de la vida
Tal es también tu propia disolución
Por consiguiente, es propio de un hombre dotado de razón
Comportarse ante la muerte no con hostilidad, ni con vehemencia, ni con orgullo
Sino aguardarla como una más de las actividades naturales
Y, al igual que tú aguardas el momento en que salga del vientre de tu mujer el recién nacido
Así también aguarda la hora en que tu alma se desprenderá de esa envoltura
Y si también quieres una regla vulgar, que cale en tu corazón
Sobre todo te pondrá en buena disposición ante la muerte
La consideración relativa a aquellos objetos de los cuales vas a separarte
Y con cuyas costumbres tu alma ya no estará mezclada
Porque en absoluto es preciso chocar con ellos
Sino preocuparse de ellos y soportarlos con dulzura
Recuerda, sin embargo, que te verás libre de unos hombres que no tienen los mismos principios que tú
Porque tan sólo esto, si es que se da, podría arrastrarte y retenerte en la vida
A saber, que se te permitiera convivir con los que conservan los mismos principios que tú
Pero ahora estás viendo cuánto malestar se da en la discordia de la vida en común
Hasta el punto de que puedes decir:
"¡Ojalá llegaras cuanto antes, oh muerte, no vaya a ser que también yo me olvide de mí mismo!"
Cuatro
El que peca, peca contra sí mismo
El que comete una injusticia, contra sí la comete, y a sí mismo se daña
Cinco
Muchas veces comete injusticia el que nada hace
No sólo el que hace algo
Seis
Es suficiente la opinión presente que capta lo real
La acción presente útil a la comunidad
Y la presente disposición capaz de complacer a todo lo que acontece procedente de una causa exterior
Siete
Borrar la imaginación, contener el instinto, apagar el deseo, conservar en ti el guía interior
Ocho
Una sola alma ha sido distribuida entre los animales irracionales
Un alma inteligente ha sido dividida entre los seres racionales
Igualmente una es la tierra de todos los seres terrestres
Y con una sola luz vemos
Y uno es el aire que respiramos todos cuantos estamos dotados de vista y de vida
Ocho
Una sola alma ha sido distribuida entre los animales irracionales
Un alma inteligente ha sido dividida entre los seres racionales
Igualmente una es la tierra de todos los seres terrestres
Y con una sola luz vemos
Y uno es el aire que respiramos todos cuantos estamos dotados de vista y de vida
Nueve
Cuantos seres participan de algo en común, tienden afanosamente a lo que es de su mismo género
Todo lo terrestre se inclina hacia la tierra
Todo lo que es acuoso confluye, de igual modo lo aéreo
Hasta el punto de que se necesitan obstáculos y violencia
El fuego tiende hacia lo alto debido al fuego elemental
Y está hasta tal extremo dispuesto a prender con todo fuego de aquí
Que toda materia, aunque esté bien poco seca
Es fácilmente inflamable por el hecho de estar menos mezclada con lo que impide su ignición
Y consecuentemente, todo lo que participa de la naturaleza intelectiva
Tiende con afán hacia su semejante de igual manera o incluso más
Porque, cuanto más aventajado es un ser respecto a los demás
Tanto más dispuesto se halla a mezclarse y confundirse con su semejante
Por ejemplo, al punto se descubren entre los seres irracionales enjambres, rebaños, crías recién nacidas
Y algo parecido a relaciones amorosas
Porque también aquí hay almas, y la trabazón se encuentra más extendida en los seres superiores
Cosa que no ocurre, ni en las plantas, ni en las piedras, o en los troncos
Y entre los seres racionales se encuentran constituciones, amistades, familias, reuniones
Y, en las guerras, alianzas y treguas
Y en los seres todavía superiores, incluso en cierto modo separados
Subsiste una unidad, como entre los astros
De igual modo, la progresión hacia lo superior puede producir simpatía
Incluso entre seres distanciados
Observa, pues, lo que ocurre ahora
Únicamente los seres dotados de inteligencia han olvidado ahora el afán y la inclinación mutua
Y tan sólo aquí no se contempla esa confluencia
Pero a pesar de sus intentos de huida, son reagrupados, porque prevalece la naturaleza
Y comprenderás lo que digo si estás a la expectativa
Se encontraría más rápidamente un objeto terrestre sin conexión alguna con un objeto terrestre
Que un hombre separado del hombre
Diez
Produce su fruto el hombre, Dios y el mundo; cada uno lo produce en su propia estación
Pero si habitualmente el término en sentido propio se ha usado aplicado a la vid y plantas análogas
No tiene importancia
La razón tiene también un fruto común y particular
Y del mismo fruto nacen otros semejantes como la propia razón
Once
Si puedes, dale otra enseñanza
Pero si no, recuerda que se te ha concedido la benevolencia para este fin
También los dioses son benévolos con las personas de estas características
Y en ciertas facetas colaboran con ellos para conseguir la salud, la riqueza, la fama
¡Hasta tal extremo llega su bondad!
También tú tienes esta posibilidad
O dime, ¿quién te lo impide?
12
Esfuérzate no como un desventurado ni como quien quiere ser compadecido o admirado
Antes bien, sea tu único deseo ponerte en movimiento
Y detenerte como lo estima justo la razón de la ciudad
13
Hoy me he librado de toda circunstancia difícil, mejor dicho
Eché fuera de mí todo engorro
Porque éste no estaba fuera de mí, sino dentro, en mis opiniones
Catorce
Todo es lo mismo; habitual por la experiencia
Efímero por el tiempo y ruin por su materia
Todo ahora acontece como en tiempo de aquellos a quienes ya sepultamos
Quince
Las cosas permanecen estáticas fuera de las puertas, ensimismadas
Sin saber ni manifestar nada acerca de sí mismas
¿Qué, pues, hace afirmaciones acerca de ellas?
El guía interior
16
No radica el mal y el bien en el sufrimiento
Sino en la actividad del ser racional y social
Como tampoco su excelencia y su defecto están en el sufrimiento, sino en la acción
17
A la piedra arrojada hacia lo alto, ni la perjudica el descenso ni tampoco el ascenso
18
Penetra en su guía interior, y verás qué jueces temes, qué clase de jueces son respecto a sí mismos
19
Todo está en transformación; tú también estás en continua alteración
Y, en cierto modo, destrucción, e igualmente el mundo entero
20
Es preciso dejar allí el fallo ajeno
21
La suspensión de una actividad, el reposo y algo así como la muerte de un instinto, de una opinión, no son ningún mal
Pasa ahora a las edades, por ejemplo, la niñez, la adolescencia, la juventud, la vejez
Porque también todo cambio de éstas es una muerte
¿Acaso es terrible?
Pasa ahora a la etapa de tu vida que pasaste sometido a tu abuelo
Luego bajo la autoridad de tu madre y a continuación bajo la autoridad de tu padre
Y al encontrarte con otras muchas destrucciones, cambios e interrupciones
Hace esta pregunta: ¿acaso es terrible?
Así, pues, tampoco lo es el cese de tu vida entera, el reposo y el cambio
22
Corre al encuentro de tu guía interior
Del guía del conjunto universal y del de éste
Del tuyo, para que hagas de él una justa inteligencia
Del que corresponde al conjunto universal, para que rememores de quién formas parte
Del de éste, para que sepas si existe ignorancia o reflexión en él
Y, al mismo tiempo, consideres que es tu pariente
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Al igual que tú mismo eres un miembro complementario del sistema social
Así también toda tu actividad sea complemento de la vida social
Por consiguiente, toda actividad tuya que no se relacione, de cerca o de lejos, con el fin común
Trastorna la vida y no permite que exista unidad, y es revolucionaria, de igual modo
Que en el pueblo el que retira su aportación personal a la armonía común
24
Enfados y juegos de niños, frágiles almas que transportan cadáveres
Como para que más claramente pueda impresionarnos lo de la evocación de los muertos
25
Vete en busca de la cualidad del agente y contémplalo separado de la materia
Luego, delimita también el tiempo máximo, que es natural que subsista el objeto individual
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Has soportado infinidad de males por no haberte resignado a que tu guía interior
Desempeñara la misión por la que ha sido constituido
Pero ya basta
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Siempre que otro te vitupere, odie, o profieran palabras semejantes
Penetra en sus pobres almas, adéntrate en ellas y observa qué clase de gente son
Verás que no debes angustiarte por lo que piensan de ti
Verás que no debes angustiarte por lo que esos piensan de ti
Sin embargo, hay que ser benevolente con ellos, porque son, por naturaleza, tus amigos
E incluso los dioses les dan ayuda total, por medio de sueños, oráculos
Para que, a pesar de todo, consigan aquellas cosas que motivan en ellos desavenencias
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Éstas son las rotaciones del mundo, de arriba abajo, de siglo en siglo
Y, o bien la inteligencia del conjunto universal impulsa a cada uno
Hecho que, si se da, debes acoger en su impulso
O bien de una sola vez dio el impulso, y lo restante se sigue, por consecuencia
Pues, en cierto modo, son átomos o cosas indivisibles
Y, en suma, si hay Dios, todo va bien; si todo discurre por azar
No te dejes llevar también tú al azar
Pronto nos cubrirá a todos nosotros la tierra
Luego también ella se transformará
Y aquellas cosas se transformarán hasta el infinito y así sucesivamente
Con que si se toma en consideración el oleaje de las transformaciones y alteraciones y su rapidez
Se menospreciará todo lo mortal
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La causa del conjunto universal es un torrente impetuoso
Todo lo arrastra
¡Cuán vulgares son esos hombrecillos que se dedican a los asuntos ciudadanos y, en su opinión, a la manera de filósofos!
Llenos están de mocos
¿Y entonces qué, buen amigo?
Haz lo que ahora reclama la naturaleza
Emprende tu cometido, si se te permite, y no repares en si alguien lo sabrá
No tengas esperanza en la constitución de Platón
Antes bien, confórmate, si progresas en el mínimo detalle
Y piensa que este resultado no es una insignificancia
Porque, ¿quién cambiará sus convicciones?
Y excluyendo el cambio de convicciones
¿Qué otra cosa existe sino esclavitud de gente que gime y que finge obedecer?
Ve ahora y cítame a Alejandro, Filipo y Demetrio Falereo
Yo les seguiré si han comprendido cuál era el deseo de la naturaleza común y se han educado ellos mismos
Pero si representaron tragedias, nadie me ha condenado a imitarles
Sencilla y respetable es la misión de la filosofía
No me induzcas a la vanidad
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Contempla desde arriba innumerables rebaños, infinidad de ritos
Y todo tipo de travesía marítima en medio de tempestades y bonanza
Diversidad de seres que nacen, conviven y se van
Reflexiona también sobre la vida por otros vivida tiempo ha
Sobre la que vivirán con posterioridad a ti y sobre la que actualmente viven en los pueblos extranjeros
Y cuántos hombres ni siquiera conocen tu nombre
Y cuántos lo olvidarán rapidísimamente
Y cuántos, que tal vez ahora te elogian, muy pronto te vituperarán
Y cómo ni el recuerdo ni la fama, ni, en suma, ninguna otra cosa merece ser mencionada
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Imperturbabilidad con respecto a lo que acontece como resultado de una causa exterior
Y justicia en las cosas que se producen por una causa que de ti proviene
Es decir, instintos y acciones que desembocan en el mismo objetivo
Obrar de acuerdo con el bien común, en la convicción de que esta tarea es acorde con tu naturaleza
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Puedes acabar con muchas cosas superfluas, que se encuentran todas ellas en tu imaginación
Y conseguirás desde este momento un inmenso y amplio campo para ti
Abarcando con el pensamiento todo el mundo
Reflexionando sobre el tiempo infinito y pensando en la rápida transformación de cada cosa en particular
Cuán breve es el tiempo que separa el nacimiento de la disolución
Cuán inmenso el período anterior al nacimiento
Y cuán ilimitado igualmente el período que seguirá a la disolución
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Todo cuanto ves, muy pronto será destruido
Y los que han visto la destrucción dentro de muy poco serán también destruidos
Y el que murió en la vejez extrema acabará igual que el que murió prematuramente
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Cuáles son sus guías rectores y en qué se afanan y por qué razones aman y estiman
Acostúmbrate a mirar sus pequeñas almas desnudas
Cuando piensan perjudicarte con vituperios o favorecerte celebrándote
¡Cuánta pretensión!
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La pérdida no es otra cosa que una transformación
Y en eso se regocija la naturaleza del conjunto universal
Según ella, todo sucede desde la eternidad
Sucedía de la misma forma y otro tanto sucederá hasta el infinito
¿Por qué, pues, dices que todas las cosas se produjeron mal
Que así seguirán siempre y que, entre tan gran número de dioses
Ningún poder se ha encontrado nunca para corregir esos defectos
Sino que el mundo está condenado a estar inmerso en males incesantes?
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La podredumbre de la materia que subyace en cada cosa es agua, polvo, huesecillos, suciedad
O de nuevo: los mármoles son callosidades de la tierra
Sedimentos, el oro, la plata; el vestido, diminutos pelos; la púrpura, sangre, y otro tanto todo lo demás
También el hálito vital es algo semejante, y se transforma de esto en aquello
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Basta de vida miserable, de murmuraciones, de astucias
¿Por qué te turbas?, ¿qué novedad hay en eso?, ¿qué te pone fuera de ti?
¿La causa?, examínala
¿La materia?, examínala
Fuera de eso nada existe
Más, a partir de ahora, sea tu relación con los dioses de una vez más sencilla y mejor
Lo mismo da haber indagado eso durante cien años que durante tres
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Si pecó, allí está su mal
Pero tal vez no pecó
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O bien todo acontece como para un solo cuerpo procedente de una sola fuente intelectiva
Y no es preciso que la parte se queje de lo que sucede en favor del conjunto universal
O bien sólo hay átomos y ninguna otra cosa sino confusión y dispersión
¿Por qué, pues, te turbas?
Dile a tu guía interior: "has muerto, has sido destruido, te has convertido en bestia
Interpretas un papel, formas parte de un rebaño, pastas"
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O nada pueden los dioses o tienen poder
Si efectivamente no tienen poder, ¿por qué suplicas?
Y si lo tienen, ¿por qué no les pides precisamente que te concedan el no temer nada de eso
Ni desear nada de eso, ni afligirte por ninguna de esas cosas
Antes que pedirles que no sobrevenga o sobrevenga alguna de esas cosas?
Porque, sin duda, si pueden colaborar con los hombres, también en eso pueden colaborar
Pero posiblemente dirás: "en mis manos los dioses depositaron esas cosas"
Entonces, ¿no es mejor usar lo que está en tus manos con libertad
Que disputar con esclavitud y torpeza con lo que no depende de ti?
¿Y quién te ha dicho que los dioses no cooperan tampoco en las cosas que dependen de nosotros?
Empieza, pues, a suplicarles acerca de estas cosas, y verás
Éste les pide: "¿cómo conseguiré acostarme con aquella?"
Tú: "¿cómo dejar de desear acostarme con aquella?"
Otro: "¿cómo me puedo librar de ese individuo?"
Tú: "¿cómo no desear librarme de él?"
Otro: "¿cómo no perder mi hijito?"
Tú: "¿cómo no sentir miedo de perderlo?"
En suma, cambia tus súplicas en este sentido y observa los resultados
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Epicuro dice: "en el curso de mi enfermedad no tenía conversaciones acerca de mis sufrimientos corporales
Ni con mis visitantes", añade, "tenía charlas de este tipo, sino que seguía ocupándome de los principios relativos a asuntos naturales
Y, además de eso, de ver cómo la inteligencia
Si bien participa de las conmociones que afectan a la carne
Sigue imperturbable atendiendo a su propio bien
Tampoco daba a los médicos", afirma, "oportunidad de pavonearse de su aportación
Sino que mi vida discurría feliz y noblemente"
En consecuencia, procede igual que aquél, en la enfermedad, si enfermas
Y en cualquier otra circunstancia
Porque el no apartarse de la filosofía en cualquier circunstancia que sobrevenga
Y el no chismorrear con el profano el estudioso de la naturaleza
Es precepto común a toda escuela dedicarse únicamente a lo que ahora se está haciendo
Y al instrumento gracias al cual actúa
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Siempre que tropieces con la desvergüenza de alguien
De inmediato pregúntate:
"¿Puede realmente dejar de haber desvergonzados en el mundo?"
No es posible
No pidas, pues, imposibles
Porque ése es uno de aquellos desvergonzados que necesariamente debe existir en el mundo
Ten a mano también esta consideración respecto a un malvado
A una persona desleal y respecto a todo tipo de delincuente
Pues, en el preciso momento que recuerdes que la estirpe de gente así es imposible que no exista
Serás más benévolo con cada uno en particular
Muy útil es también pensar en seguida qué virtud concedió la naturaleza al hombre para remediar esos fallos
Porque le concedió, como antídoto, contra el hombre ignorante, la mansedumbre
Y contra otro defecto, otro remedio posible
Y, en suma, tienes posibilidad de encauzar con tus enseñanzas al descarriado
Porque todo pecador se desvía y falla su objetivo y anda sin rumbo
¿Y en qué has sido perjudicado?
Porque a ninguno de esos con los que te exasperas
Encontrarás, a ninguno que te haya hecho un daño tal que, por su culpa, tu inteligencia se haya deteriorado
Y tu mal y tu perjuicio tienen aquí toda su base
¿Y qué tiene de malo o extraño que la persona sin educación haga cosas propias de un ineducado?
Procura que no debas inculparte más a ti mismo por no haber previsto que ése cometería ese fallo
Porque tú disponías de recursos suministrados por la razón
Para cerciorarte de que es natural que ése cometiera ese fallo
Y a pesar de tu olvido, te sorprendes de su error
Y sobre todo, siempre que censures a alguien como desleal o ingrato, recógete en ti mismo
Porque obviamente tuyo es el fallo si has confiado que tenía tal disposición
Que iba a guardarte fidelidad, o si, al otorgarle un favor, no se lo concediste de buena gana
Ni de manera que pudiese obtener al punto de tu acción misma todo el fruto
Pues, ¿qué más quieres al beneficiar a un hombre?
¿No te basta con haber obrado conforme a tu naturaleza, sino que buscas una recompensa?
Como si el ojo reclamase alguna recompensa porque ve, o los pies porque caminan
Porque, al igual que estos miembros han sido hechos para una función concreta
Y al ejecutar ésta de acuerdo con su particular constitución, cumplen su misión peculiar
Así también el hombre, bienhechor por naturaleza
Siempre que haga una acción benéfica o simplemente coopere en cosas diferentes
También obtiene su propio fin
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