La lluvia Bruscamente, la tarde se ha aclarado (ajá) Porque ya cae la lluvia minuciosa (cordura transitoria) Cae o cayó, la lluvia es una cosa (el lado oscuro de insano juicio) Que sin duda sucede en el pasado Hay lluvia en mis ojos, hay lluvia en mi templo Hay lluvia en el mismo corazón de mi tormento Hay tormenta en mi ánima infeliz, sigue lloviendo Porque el llanto del boli maldito es quien está escribiendo Hay lluvia en mi calma, sangre en mis nudillos Tinta entre mis dedos, diluvio en mi alma Arena en mis bolsillos, miedo entre mis miedos Lluvia que cae del cielo más alto, raíces brotando del asfalto Ha vuelto por tantos, espanto a mi portento Ha vuelto a salir el sol dentro de mi lamento Porque ha vuelto el sentimiento a curar esta herida que no tiene cura A sumergirse entre el difícil tormento de la escritura Lluvia en mis diciembres, lluvia en mis eneros Y en mis lapiceros, lluvia en los febreros de mis ceniceros Lluvias torrenciales en mi canto Cataratas santas en mi llanto Aún hay hambre y sed en mis húmedos, más de letras que números Agujeros, cruceros nefastos, astros y luceros Directo desde el útero al luto de mi Taranta, hay Una noche negra en mi garganta Aquí dentro hay un mundo, no me esperen fuera Lejos del tumulto y alejado de la esfera Hay sangre en las calles, hay barro en la acera Hay lluvia en las teclas de las letras que escriben nuestras esquelas Escrito con sangre está en mi sepultura (está en mi sepultura) Un soneto triste por tanta amargura (por tanta amargura) Pero fue tan dulce sufrir la tortura (sufrir la tortura) Adicto a tan mixta estricta dictadura (dictadura) Mi cora' a la fuga, está en busca y captura (está en busca y captura) Ni he empeza'o el puzzle ni he acaba'o locura (acaba'o locura) Pero fue tan dulce la gloria y tortura (la gloria y tortura) Tan solo es transitoria, querida cordura (querida cordura) Lo extraño es que no solo llueve afuera Otra lluvia enigmática y sin agua Llueve en el corazón (ajá) Llueve en el alma Ha vuelto la duda a rebuscar en mi certeza Humo en mis pulmones, pájaros en mi cabeza Hay ríos de llanto en los campos de mi tristeza Cicatrices que mi corazón sediento reza Esta lluvia que ciega los cristales Alegrará en perdidos arrabales Las negras uvas de una parra en cierto Patio que ya no existe La mojada tarde me trae la voz La voz deseada y que no ha muerto