Empuño la victoria, Sobre aquel que tu vida arrancó, ¡Su gloria y su sangre, En tu honor! Más triste y amargo es el triunfo, Pues a mi lado ya nunca estarás. Sufro y caigo en la culpa De haberte dejado marchar... Aún te llevo en el alma, Sabes bien que jamás te olvidé. Espero el fin de mis días, Por volverte a ver. ¡Los hijos del enemigo Probarán el acero mortal! Y en tu hoguera, Su sangre arderá. Descansa querido amigo, Que tu nombre hoy hemos de llorar. Y mientras empuñe el acero, En mi vivirás...