Eran dos enamorados Tiraban las cartas al lado del lago Los pares les besan los pies Cuando ella se rie y se pone al revez Con sus ojos pinta en las nubes Las delicias de un atardecer El placer de no ser Se entiende muy tarde tal vez A Ursula le pesa el pecado Celio le insiste todo esta perdonado Y a la sombra de ese ciprés Dos cuerpos que se aman se elevan muy bien Y veras que desde las nubes Los recuerdos son burbujas que. suben Pa'espumar en la cien y luego desaparecer El cielo se nubla y empieza a llover Será el reclamo de la realidad Pero hay esos dias que no se piensa volver Y mojarse no esta tan mal. Ay, nada es verdad. Solo el frio que me quema Cuando no estás. Veian sus sueños alados Helados por seres Que vivían asustados. El olimpo no te trata bien Cuando insístes que el cielo Se te quiere caer, Nunca ves Lo que gana El que se juega su fé. La noche releva al día y su amor Se sumerge en la inmensidad. El cielo que escampa Se lleva el dolor Y no queda mas que esperar. Ay, duerman ya. Que sus sueños burlaran al azar. Y, al despertar, Caminando se llega A cualquier lugar. Celio de nuevo al mercado. Ursula recoge los pares mojados. Pesa el lunes desde las diez, Hasta el día que puedan Abrazarse otra vez. El placer de no ser Se entiende muy tarde... Talvez.