En un viejo almacén del Paseo Colón Donde van los que tienen perdida la fe Entre sombras de pena, una tarde encontré A un paisano sentado en oscuro rincón Al mirarlo sentí una profunda emoción Porque en su alma un dolor secreto adiviné Y, sentándome cerca, a su lado, le hablé Y él, entonces, me hizo esta fiel confesión Ponga, amigo, atención "Sabe que es condición de varón el sufrir La mujer que yo quería con todo mi corazón Se me ha ido tras un sueño que no supo resistir Y, aunque al irse mi alegría, con su ella se llevó No quisiera verla nunca, que en su triunfo sea feliz Con la vida que ahora vive consumiendo qué sé yo Porque todo aquel amor que por ella yo padecí Se cortó de un solo tajo con el filo del dolor Pero inútil, no puedo, aunque quiera olvidar Su recuerdo de ayer que fue mi único amor Para ella ha de ser como el trébol de olor Que perfuma al rencor que lo quiere arrancar Y, si acaso, algún día quisiera otra vez A mi lado volver, yo la he de perdonar Que si a veces un hombre a otro puede enfrentar Se perdona cuando habla la voz del querer A cualquiera mujer"