Volaron para siempre las ilusiones mías Que ame con la vehemencia de la primera edad. No volverán a darme, como en aquellos días, Momentos deliciosos de gratas alegrías Venturas ni promesas de dulce realidad. Huyeron para siempre, y el suelo partida Llevaron de mi alma los goces de mi ser Y en cambio me dejaron de aquella edad florida Congojas muy amarga congojas que en la vida Las llevo como un triste recuerdo de mí ayer. Mi afán y mi esperanza, mi porvenir risueño, Confiaba sólo en ella la fe de mi visión. Miré por ese prima de magia de beleño, Soñé con mucha gloria y a realizar mi sueño Mi vida presentida la mató la decepción. Las horas me engañaron con tanta alevosía. Como se engaña un niño jugaron con mi afán Mostrándome la gloria, perpetua la creía Porque en aquel entonces aún no conocía Que en este amargo mundo eterno es el pesar. Volaron para siempre las ilusiones mías Que ame con la vehemencia de la primera edad. No volverán a darme, como en aquellos días, Momentos deliciosos de gratas alegrías Venturas ni promesas de dulce realidad.