¡Yep, yep .! ¡Yep, yep .! Vi pasar la vida entera por delante de mí . Cargada de razones buenas para estar contento, para ser feliz. Pero estaba tan jodido que me gritó ¡yep! y no me moví, Tirado en el sofá de casa no encontré motivos. ¡Yep, yep .! Gritaba la vida y no respondí . ¡Yep, yep .! Gritaba que el mundo era para mí . ¡Yep, yep .! Quería que fuera algo más feliz . ¡Yep, yep .! y yo no podía . Vivía con poco . de nada me faltaba, Tenía bastante y lo demás, que más me daba. Y sin saber qué me ocurría . Perdí las ganas de seguir, de perdurar, de sonreír. Volvió a pasar la vida y esta vez respondí . Me puse en primera fila y al escuchar ¡yep! por fin entendí Que me sobraban los motivos para estar contento, para estar feliz. De nuevo aposté por la vida, a pesar de todo, . ¡claro que sí! ¡Yep, yep .! Gritaba la vida por verme así . ¡Yep, yep .! Gritaba tan alto que comprendí . ¡Yep, yep .! que el mundo estaba hecho para mí . ¡Yep, yep .! La vida sigue . ¡Yep, yep .! La vida sigue . ¡Yep, yep .! La vida sigue . ¡claro que sí! ¡Yep, yep .! La vida sigue .