Eres la noche, esposa: la noche en el instante Mayor de su potencia lunar y femenina. Eres la medianoche: la sombra culminante Donde culmina el sueño, donde el amor culmina. Daré sobre tu cuerpo cuando la noche arroje Su avaricioso anhelo de imán y poderío. Un astral sentimiento febril me sobrecoge, Incendia mi osamenta con un escalofrío. Eres la noche, esposa Eres la noche, esposa Eres la noche, esposa Y yo soy el mediodia. La noche se ha encendido como una sorda hoguera De llamas minerales y oscuras embestidas. Y alrededor la sombra late como si fuera Las almas de los pozos y el vino difundidas. Pide que nos echemos tú y yo sobre la manta, Tú y yo sobre la luna, tú y yo sobre la vida. Pide que tú y yo ardamos fundiendo en la garganta, Con todo el firmamento, la tierra estremecida. Eres la noche, esposa Eres la noche, esposa Eres la noche, esposa Y yo soy el mediodia. Caudalosa mujer: en tu vientre me entierro. Tu caudaloso vientre será mi sepultura. Si quemaran mis huesos con la llama del hierro, Verían que grabada llevo allí tu figura. Con el amor a cuestas, dormidos y despiertos, Seguiremos besándonos en el hijo profundo. Besándonos tú y yo se besan nuestros muertos, Se besan los primeros pobladores del mundo. Eres la noche, esposa Eres la noche, esposa Eres la noche, esposa Y yo soy el mediodia. Eres la noche, esposa Y yo soy el mediodia.