Un clavo de hierro te atravesó, Una espina clavada en tu corazón. De pensarlo me duele la flagelación Solo por amor fue tanto dolor. Un madero inmenso que te abrazó, Con tantos pecados, ¡cuánto pesó! Pero peso menos que tu amor, La fuerza del Señor todo lo aguantó. No te puedo perder, Cargaste con mi cruz y vas a volver, No te quiero perder La sangre de tu cruz me hace renacer. A tus pies rezo y medito en paz, Sé que lo hiciste por la Verdad. Yo sé que quiero volverte a ver, Rey de mi vida, te encontraré.