—Y eso que te dije que a la Santa Catalina no le suele gustar el baile... Culpa de eso está todito macheteado ye'ima (otra vez) tu cara. —Y recuerdo nicó aquella vez este culatazo de máuser que tengo en mi ililla que me dejó medio mancado. Es recuerdo del comisario esquinero, ese que está descansando en el campo santo. Y este puntazo en el cuadril, nicó es recuerdo del sargento que también está descansando allá. Y este hachazo de la frente hasta los labios catú coé de un milico entrerriano, buenazo para el fierro porque disparó a tiempo... Festejaba el malezal A la Santa Catalina. Al costado del altar Estaba el acordeonista Tocando unos chamamés, Al compás y floreado De alegría no aguanté Y le quité la dama al comesario... Mi ponchillo colorado Se lo eché sobre las ancas Y alrededor del altar Le zapateé a la milicada, Entre el reventar de winches Y el aullar de la perrada. Llanterío de las mujeres Que caían desmayadas, Ponchazos a los candiles Y gringos que disparaban Voltearon el alambrao Los montados asustados. Ye'imá: Catú coé: Algunos en el bochinche Robaron calchas ajenas, El capataz de la estancia La robó a la Bernabela. Muy feo había sido chamigo Zapatearle a la autoridad Y más hacerle flamear Una manta de otro color. Mi ponchillo colorado Se lo eché sobre las ancas Y alrededor del altar Le zapateé a la milicada, Entre el reventar de winches Y el aullar de la perrada. Llanterío de las mujeres Que caían desmayadas, Ponchazos a los candiles Y gringos que disparaban Voltiaron el alambrao Los montados asustados.