DESDE QUE TE FUISTE
RICARDO CEPEDA
Este es el canto de un hijo para su padre.)
Esas notas decembrina hacen estragos en mi memoria,
Reviven en mi una historia y un tiempo que no pude olvidar.
Te veo en el viejo patio con un café bajo la enramada,
Temprano en la madrugada ya preparado pa' irte a bregar.
Se enmudece mi alma cuando me invaden esos recuerdos,
Pues yo no comprendo por qué ya no estás aquí a mi lado.
Y siento en mi corazón un grito de mis adentros,
Y es cuanto más cerca siento aquí en mi regazo tu bendición. (bis)
Aun percibo el aroma tan penetrante de tu tabaco,
Sentado por largos ratos leyendo un libro en el ventanal.
Mantengo vivo el recuerdo de tu figura en la mecedora,
Con tu guitarra sonora cantándonos un precioso vals.
Se enmudece mi alma cuando me invaden esos recuerdos,
Pues yo no comprendo por qué ya no estás aquí a mi lado.
Y siento en mi corazón un grito de mis adentros,
Y es cuanto más se me asienta aquí en mi regazo tu bendición. (bis)
La desolación embarga en estos días a mi alma triste,
Porque todo lo que hiciste me enseño mucho para vivir,
Pero albergo la esperanza de que mis ojos vuelvan a
Verte, para así cerca tenerte y nunca más dejarte partir.
Se enmudece mi alma cuando me invaden esos recuerdos,
Pues yo no comprendo por qué ya no estás aquí a mi lado.
Y siento en mi corazón un grito de mis adentros,
Y es cuanto más cerca siento aquí en mi regazo tu bendición. (bis)