Creerán, Que somos rocas como ellos, Creerán, Que somos garras como ellos, No somos de igual sentimiento, Somos de corazón noble entre las garras de las viñas, Somos de corazón noble, mancillados por los torvos. Cuantas almas desgarraron, cuantos retoños marchitados, Cuantos sueños han nublado, cuantos caminos pedregados, Desoyendo el gemido de los humildes corazones, Tanto el trato inhumano pisoteando en su poncho. Con durezas y caprichos arraigaron sus maldades, Con sus colmillos infernales enjugaron tanto llanto, Mi pueblo ya está cansado de los sutiles alimañas, Exige en su dulce canto la verdadera libertad. Guitarrita huamangina te sentenciaron a vibrar triste, Guitarrita huamanguina eres desfogue de almas dolientes Tanto dolor tanto llanto te convirtieron en su cautivo Tanto dolor tanto llanto te convirtieron en su cautivo Te convirtieron en su cautivo.