Malhaya la cocina Malhaya el humo Y mujer que se crea De hombre alguno Porque son tales, porque son tales Que toditos los hombres ¡Caramba! Son informales Yo comparo a los hombres, con las abejas Pican diversas flores, después las dejan Y aunque de paso, y aunque de paso Todas las flores reciben ¡Caramba! Su picotazo Yo pasé por la fragua y dije al herrero Hágame usted un hombre, de firme acero Y este me dijo: siento el decirle Los hombres ni de acero ¡Caramba! Suelen ser firmes Si amaras a un hombre, más que a tu vida Muéstrate siempre ingrata y serás querida Porque los hombres, porque los hombres Cuando se ven queridos ¡Caramba! No corresponden No detesto a los hombres y no lo niego De los hombres del mundo, de esos reniego Son un castigo, son un castigo Del que tengo en el alma ¡Caramba! De ése, no digo Del que tengo en el alma ¡Caramba! De ése, no digo