Guardo mi consuelo y mi esperanza El miedo es quien sostiene mi existir Curo mis angustias con tesoros de ayer Así el cielo no se habrá de entristecer En las madrugadas las ausencias Claman que renazca el resplandor Curo mis angustias con tesoros de ayer Así el cielo no se habrá de entristecer Cuántas veces he llegado a pensar Que en los abismos no se puede respirar Cuántas veces ha llegado a pasar Encontrarnos en la inmensa oscuridad Cuántas veces he llegado a pensar Que en los abismos no se puede respirar Cuántas veces ha llegado a pasar Encontrarnos en la inmensa oscuridad Guardo mi consuelo y mi esperanza El miedo es quien sostiene mi existir Curo mis angustias con tesoros de ayer Así el cielo no se habrá de entristecer Cuántas veces he llegado a pensar Que en los abismos no se puede respirar Cuántas veces ha llegado a pasar Encontrarnos en la inmensa oscuridad Cuántas veces he llegado a pensar Que en los abismos no se puede respirar Cuántas veces ha llegado a pasar Encontrarnos en la inmensa oscuridad Aunque algunas se marchiten junto a mí Son señales de que estoy en casa al fin Cuántas veces he llegado a pensar Que en los abismos no se puede respirar Cuántas veces ha llegado a pasar Encontrarnos en la inmensa oscuridad Cuántas veces he llegado a pensar Que en los abismos no se puede respirar Cuántas veces ha llegado a pasar Encontrarnos en la inmensa oscuridad