A los veintisiete días de mayo del año setenta Un hombre se sube sobre sus derrotas Pide la palabra momentos antes de volverse loco No es un hombre, es un malabarista de una generación No es un hombre, es quizás un objeto de la diversión Un juguete común de la historia Con un monograma que dice bufón Ese hombre soy yo, ese hombre soy yo ♪ Pero debo decir que me tocó nacer en el pasado y que no volveré Es por eso que un día me vi en le presente Con un pie allá, donde vive la muerte Y otro pie suspendido en el aire, buscando un lugar Reclamando tierra de futuro para descansar Así estamos yo y mis hermanos Con un precipicio en el equilibrio Y con ojos de vidrio, y con ojos de vidrio ♪ Ahora quiero hablar de poetas De poetas muertos y poetas vivos De tantos muchachos hijos de esta fiesta Y de la tortura de ser ellos mismos Porque hay que decir que hay quien muere sobre su papel Que vivirle a la vida su talla tiene que doler Nuestra vida es tan alta, tan alta Que para tocarla casi hay que morir Para luego vivir, para luego vivir ♪ Yo no reniego de lo que me toca Yo no me arrepiento pues no tengo culpa Pero hubiera querido poderme jugar Toda la muerte allá, en el pasado O toda la vida en el porvenir Que no puedo alcanzar Y con esto no quiero decir que me pongo a llorar Sé que hay que seguir navegando Sigan exigiéndome cada vez más Hasta poder seguir, hasta poder seguir o reventar