Cuando vuelven esos cantos desterrados, Cuando el cielo se abre en las vidalas Cuando el día se transforma en la plegaria De los sueños trajinados en el alma Cuando el vino se convierte en un amigo Y amanece fermentado en esas bocas El garguero que se enciende en el olvido De los pobres que hacen fuego con sus coplas Cuando quema el dios diaguita de la fiesta Y entre lágrimas perdidas se desvive Se entremezclan bien arriba en las estrellas Una luz que al infinito se despide Cuando vuelve a respirar sobre la siesta Ese aire de nostalgias y veranos Hay un niño que lejano se despierta A vivir los carnavales de otros años Cuando aroma sobre aquel patio de tierra El perfume verde de aquellas miradas Hay un pájaro que anida en las orejas Albahacal de sueños y de madrugadas Yo te espero para renovar los días Pa' que sean menos tristes los inviernos Reencontrarme en la guitarra de la vida Es febrero cuando todo duele menos La esperanza de cantarte en las mañanas Compartir el sol cuando amanece Abrigarme con el manto de tu espalda Este amor que siempre nace y siempre crece