Llegó el invierno con sus rigores,
Las bellas flores a hacer gemir,
Ellas marchitas llenas de pena,
Al fin tuvieron que sucumbir,
Las azucenas, dalias y bellas,
Que a los claveles vieron morir,
Y las magnolias se deshojaron,
Llorando a solas su triste fin.
Lindo, bello y bonito jardín,
Lleno de encanto en el florido mes de abril,
Con el perfume que emanaba del jazmín,
Horas muy gratas a su lado yo pasé;
Bellas, acacias y dalias,
Azucenas puras y fragantes,
Forman el edén de amor...
Luego cuando el verano al venir,
El sol irradia su magnífico calor,
La primavera no hallarás en el jardín
La amada de oro que a su lado ya pasó,
En el jardín de ensueño,
No hallarás la gentil azucena,
Ni al amante ni a la amada de él.
Llegó el invierno con sus rigores,
Las bellas flores a hacer gemir,
Ellas marchitas llenas de pena,
Al fin tuvieron que sucumbir,
Las azucenas, dalias y bellas,
Que a los claveles vieron morir,
Y las magnolias se deshojaron,
Llorando a solas su triste fin.
Lindo, bello y bonito jardín,
Lleno de encanto en el florido mes de abril,
Con el perfume que emanaba del jazmín,
Horas muy gratas a su lado yo pasé;
Bellas, acacias y dalias,
Azucenas puras y fragantes,
Forman el edén de amor...
Luego cuando el verano al venir,
El sol irradia su magnífico calor,
La primavera no hallarás en el jardín
La amada de oro que a su lado ya pasó,
En el jardín de ensueño,
No hallarás la gentil azucena,
Ni al amante ni a la amada de él.