La fiera está oliendo una flor Mirando a las estrellas Rugiendo en tono menor E incluso bien le suena Guardada lleva su colección De mordidas tan bellas De zarpazos tan limpios De mi sangre en cada tierra El verdugo advierte en su hacha El romance metal con madera Como si fuera orfebre se afana Como si fuera de plata le queda Y se le antoja saltar a la suiza La soga trae infantes recuerdos Luego retuerce el nudo de oficio Silvando las canciones de invierno Y un marido estampa el puño Sobre el rostro o el alma blande el puño Rabia vieja, maldice madre Sin que nadie se meta, flotando en el aire Y aquella mujer con hematomas dirá Resbalé en el viento, me caí en el mar Vuelve a la cocina y se pondrá a ordenar Lágrimas tras cebollas Las mariposas marrones y amarillas Quieren libarle la luz a la bombilla Y a cabezazos, ya sin antenas Lanzan pedazos de sombras tristes Quizas persisten, caleidoscopio De la esperanza que un día cambié Y se transmite, de abuela a la madre De madre a los hijos y quizás saldrá Un marido que estampa el puño Sobre el rostro o el alma blanda el puño Rabia vieja, maldice madre Sin que nadie se meta, flotando en el aire Y aquella mujer con hematomas dirá Resbalé en el viento, me caí en el mar Vuelve a la cocina y se pondrá a ordenar Lágrimas tras cebollas Y un marido estampa el puño Sobre el rostro o el alma blanda el puño Rabia vieja, maldice madre Sin que nadie se meta, flotando en el aire Y aquella mujer con hematomas dirá Resbalé en el viento, me caí en el mar Vuelve a la cocina y se pondrá a ordenar Lágrimas tras cebollas