El cuarto oscuro, tú en tu anchura Con las dudas sirviéndonos de espejo Yo la respiración cortada, tú desnuda Me perdía por la gracia de tu pelo. Y con aparente amor en la mirada Sin señales ni testigos Nos dimos el cuerpo hasta la mañana Cuando el error supimos. Y en la pesadumbre de ese desacierto Fuimos lo irreconocible, lo peor Y en gesto triste te fuiste en silencio Cuando despertaba en mi ventana el sol. Ya pasó el invierno Y aún tu sombra en mi cuarto Va llorando una lágrima.