Hola, soy Luis Pescetti
Y les voy a compartir algunos chistes
Saben ese que dice
"Mamá, mamá, en la escuela me dicen loco"
"¿Pero quién, mi amor?"
Y el nene se acerca a la mamá y le susurra
"¡Las ardillitas!"
Y antes se contaban chistes donde eran tontos o locos
Los de una nacionalidad, los de otra nacionalidad
Ya esos a hoy día se oyen mal
Ya no, no quedaría bien contar
Entonces yo elegí, por ejemplo, inventar un personaje
Totó, que es tanto a veces como muy bobo
Como a veces muy pícaro
Entonces, cierta vez
Totó estaba enfrente de su casa y su mujer lo llamó
"Totó, Totó, entra, que está lloviendo"
Y él le dijo: "Sí, acá afuera también"
¡Ta-tá!
Totó venía con un pingüino debajo del brazo
Y se cruza con un amigo que le pregunta
"Totó, ¿de dónde sacaste ese pingüino?"
"Ups, lo encontré frente de casa"
"Pero lo que tienes que hacer es llevarlo al zoológico"
"Uy, sí, tienes razón, chau"
Al tiempo, este amigo lo vuelve a encontrar a Totó
Que seguía con el pingüino debajo del brazo
"Totó, ¿no te dije que lo llevaras al zoológico?"
"Ah, lo llevé y le encantó; ahora vamos al cine"
¡Tan-tán!
A Totó lo nombraron director de un Hospital Psiquiátrico
Era médico psiquiátra y lo nombraron director
Llega y sale a recorrerlo con uno de los médicos
Que le va mostrando distintos casos
O sea, cuando lo acababan de nombrar, lo fue a recorrer
Y de repente se cruzan con un señor que estaba haciendo
"Tu-tú, chu-chu-chu-chu-chu-chu-chu-chu"
Y entonces Totó le pregunta: "¿Y ése?"
"Mire, doctor Totó, lo que le pasa
Es que él se cree una locomotora a vapor"
Siguen caminando y de repente el médico que ve
Que a Totó le están saliendo unas lágrimas
Y el médico, oh, lo consuela y le dice
"No llore, doctor Totó porque hay casos como éste
Y hay casos peores también"
Y Totó le dice: "No, lo que pasa es que el humo del tren
Me hizo mal a la vista"
¡Ta-tá!
Totó estaba más loco que no se qué
Saben que había una vez un niño
Tan feo, tan feo, tan feo que venían los papás
Y le hacían cariño con una ramita desde lejos
¡Ay, qué malo este chiste!
Y saben que había un niño tan feo, tan feo, tan feo
Que a los tres meses aprendió a caminar
Porque nadie lo alzaba
¡Oh-ih, qué injusto este chiste!
Y era un niño tan feo, tan feo, pero tan feo
Que cuando jugaba a las escondidas, nadie lo buscaba
¡Oh-ih!
Y hacía tanto frío, tanto frío
Que el muñeco de la nieve
En un lugar que hacía tanto frío y tanto frío
Que el muñeco de la nieve
Pidió que lo dejaran entrar a casa, ay
Y era un futbolista tan malo, tan malo, tan malo
Que marcaba un gol y fallaba la repetición, ¡oh!
Y una Iglesia tan millonaria, tan millonaria, tan millonaria
Que daban las ostias con paté y cosas caras, ¡oh!
Y era una señora tan chiquitita, tan chiquitita, tan chiquitita
Que cuando se murió, en vez de ir al cielo
Fue al techo de su casa, ¡ah!
"Y ¿cuántas eles hay en cumpleaños feliz?"
Le preguntan a Totó
"Toto, ¿cuántas eles hay en cumpleaños feliz?"
Y Totó dice: "Eh, como 22"
"¿Cómo Totó, cómo 22?"
"Sí, oye, la-la-la-la-la-la, la-la-la-la-la-la-la"
¡Y esto fue todo!
¡Ta-dá!