Ocúltame esos ojos Que nunca han de mirarme Que no hablen esos labios Tan mudos para mí Sé que he venido tarde Muy tarde para amarte Y nada significan Mis besos para ti Tus miradas son falsas Y hoy miro en sus fulgores La mar está revuelta Y el cielo siempre azul Pues siento que me agobia La sed de mis pesares Pero esta sed que siento Calmar no puedes tú Quien hubiera sabido Que a mí dolor eterno Una mujer tan bella Pusiera un grado más Pues siento en un instante Mi cielo en un infierno Y miro hacía lo lejos La barca en qué te vas ¡Oh Dios, oh virgen bella! Tu fuiste una quimera Recordarás la historia Que fuí tu trovador Que besen otros labios Tu linda cabellera Que estrechen otros brazos Tu talle encantador