Tentaste al laberinto de la confusión Donde hay quimeras regalando amor En cápsulas sin compromiso De ofrecer a cambio la ilusión Los payasos han perdido la risa Y los pensantes la imaginación Los filósofos se compran palabras a borrachos; triturán la razón Por aqui yo tengo mil intentares Por un revolucionario ser La disciplina arrinconó los principios en el Divino Kabaret Y no te atrevas a negar, ¿Quién eres tú para jugar las reglas para recibir y dar? Son tan sencillas como respirar Ojo por ojo, diente por diente Descuida, no tengas pendiente, Aqui no aplica la ley del talión La verdad de la cirrosis trafica la timidéz con la desinhibición Es ridículo, es tan cotidiano En el exceso de olvidar el dolor El cerebro se ha quedado empapado En el burdel siendo el espectador La perversión se ha quitado el vestido Para mostrar ese peligro de amor Y no te atrevas a negar, ¿Quién eres tú para jugar las reglas para recibir y dar? Son tan sencillas como respirar... El alcohol se enamoró; era prostituto La Amargura se fugó con el síndrome del amor La Ternura se acostó con la más baja pasión Mentira cambió de religión; En la verdad se convirtió Y aqui todo puede pasar, todos estamos igual La Soledad es un verbo que no saben conjugar Ojo por ojo, diente pro diente Descuida, no tengas pendiente Aqui no aplica la ley del talión