De mi propia mano lo lleve a mi casa Y le dije a ella que era amigo mío Y mi mujer dijo siempre hay una copa Para quien a su amigo llama a mi marido Nunca sorprendí, ni un gesto culpable Ni voz traicionera, hasta que lo viera Con mis propios ojos, no me lo creí Un amigo mío, a la que yo un día lleve hasta el altar Una migo mío en mi propia casa me vino a robar Yo no siento ira, sino la amargura De un escalofrío, quienes me envenenan De sucias mentiras, con mi propia esposa Y un amigo mío. Para que se fuera yo le abrí la puerta Vete y no te acuerdes ni de el nombre mío Y note en su rostro la expresión culpable De el que cambia oro por bronce fundido Anoche la vio, echa una paveta sin sangre en la cara Porque no llorara, me calle la frase que le iba a decir. Un amigo mío, a la que yo un día lleve hasta el altar Una migo mío en mi propia casa me vino a robar Yo no siento ira, sino la amargura De un escalofrío, quienes me envenenan De sucias mentiras, con mi propia esposa Y un amigo mío.