Está perdida en su pena Es la princesa de un cuento distópico Le prometieron el oro Y le trajeron migajas en un plato romántico Entrenó hasta las tantas Y le pidió al míster su titularidad Sigue comiendo banquillo Está pidiendo permiso para que la inviten a jugar Se apostó lo más grande... Una familia, se apostó el calor de nuestro hogar El fallo fue muy simple, suele ser algo muy habitual Confundir pasión con tempestad Las mañanas vacías, las terrazas inertes Notificaciones absurdas que dicen Que no hay novedad en el frente La catarsis eclipsando la belleza del caos El saber que le han estafado Que algunas respuestas le faltan Y que aceptó maremotos que la han sepultado Que abandonó mi agua calma... Y ahora el Sol salió La tormenta terminó La orilla la humilló ¡y nadie la rescató! El fuego se apagó Y sola se quedó Sabiendo que aprendió ¡que el ruido no es amor! Se fue de rosas el bufón Que lleva como hiena mi albornoz El que a mis guitarras despreció Las que en el rellano me dejó Las que escriben notas para esta canción Crudos estribillos, ácidas estrofas Versos que se anudan en mi voz Con métricas repletas de razón Mi pluma no la condena Las líneas que contemplas van carentes de rencor Me apena su deriva Da tristeza verle gris el corazón Y ahora el Sol salió La tormenta terminó La orilla la humilló ¡y nadie la rescató! El fuego se apagó Y sola se quedó Sabiendo que aprendió ¡que el ruido no es amor! ¡que el ruido no es amor!