Hoy me senté sobre mis actos y me dije ya estoy harto.
De aquel esfuerzo compacto y pobre de estar en mi cuarto.
Susurrando palabras mientras descartó el egoismo.
De las tragicas consecuencias que me ha dado el cinismo.
No pude ser real ni transparente en este mundo.
Artificial, carente de verdad y de un sentir profundo.
Me puse mi disfraz y fue eficaz todo el engaño.
Más nunca fui capaz de ser veraz por miedo al daño.
Me rasgaron el alma los años con la costumbre.
De ser un holograma preso de la incertidumbre.
Y en mis sobras no hay alumbre se cubren de oscuridad.
Mis pensares incapaces de enfrentar la realidad.
Siempre a la espera de algún héroe que me cuide y me socorra.
Me han salvado mil veces pero el dolor no se borra.
Y es jamás de mis heridas me hice responsable.
Y termine siendo un inútil dependiente y vulnerable.
Fracmetos de mi ser se queman más y más.
Mi esencia se ha fundido con un frágil disfraz.
El miedo de enfrentar la cruda realidad.
Es lo que me ha perdido en esta tempestad.
Escuché los gritos de mi esencia muchas veces.
Blasfemar contra mi actuar tratando de que ya no me tropiece.
Más solo se enmudecen tras la máscara que muestro.
Y esta cáscara es el cetro principal de mi maestro.
El miedo que fundió mi credo y me enseñó a mentir.
Para que esos dedos no me apunten ni me hagan sufrir.
Pero aprendí que poco importa lo que digan los demás.
Que vale más la cruel sinceridad que un aspurio disfraz.
Y desgarre cada costura con rabia soltando lagrimas.
Me arranque el antifaz y deje de fingir ser víctima.
Sentí como el dolor atravesó toda mi piel.
Y el temor de no tener la fe para enfrentarme a él.
Más con el tiempo se escocieron mis llagas y me di cuenta.
Que las mentiras son dagas que contra uno mismo atentan.
Rompi el espejismo en la sala de mi prisión.
Y pude abrir al fin las alas de una real liberación.
Fragmentos de mi ser se queman más y más.
Mi esencia se ha fundido con un frágil disfraz.
El miedo de enfrentar la cruda realidad.
Es lo que me ha perdido en esta tempestad.
Cuando la falsedad se vuelve una prisión.
Corrompe tus sentido y ata tu corazón.
Atrévete a cambiar sin miedo a tropezar.
Escucha tus latidos y hallarás la verdad.