Hoy tránsito tristemente en cristales que se han roto He asesinado gritos sólo para ver tu rostro, No cometí delitos, fui bendito en la inmundicia Bordeando el límite humano evite aquella delicias Que si duda la malicia pocrea para el desvío De mi ser espiritual y así ganar el desafío Pero aunque esté mal herido no hay renuncia ni tropiezo Hasta el último latido que se crucé en el silencio Vague entre desiertos y agote todo el brebaje El néctar de mi alegría que guiaba este viaje Naufragio entre grande mares se llevaron mi entusiasmos Causando entre mis malestares que por ende deja rasgo Aquel gusto amargo de un largo recuerdo ingrato Un trato que no es digno de un destino insensato Me arrastre sobre las brasas y se quemó mi esperanza Me encontré con Jaguares que rasgaron mi confianza Pero un viejo cangrejo me dijo que si la luna Ilumina mi travesía podría tener fortuna Así que continúe no decaí ni me contraje Prometí que tus pies serían mi último paisaje Volé sobre humilde ráfagas que me ayudaron A llegar a la cúspide de un monte de cigarros Vi horizontes que por un milagro pude alcanzar Abalanzarme a la conquista en un motivo en especial Penurias que tuve que pasar y hacer de tripas de corazón Mientra te trepan en la espalda el vacío y la desazón Por la fuerte razón que hay detrás de este gran intento Me nutre de valor para seguir este trayecto Tropecé con mil defecto que creía que estaban lejos Y sólo era espejos que daban con mi reflejo En caminatas nocturnas me topé con una espada Que como catarata inundó lo que quedaba De amor y mi querencia, de mi jubilo y mi destreza Dejando por consecuencia una solida tristeza Le regale a un lonco mi oído y mi gusto Para pagar un tronco el motivo de su disgusto Tuve que empeñar mi vista, mi olfato y tacto Y así comprar migajas que alimentaran mis actos Me deshice de mis túnicas y avance como pude Hasta una dorada puerta que era adornada por nubes Custodiada por guardianes de enorme estatura Tal como lo predecían las sagradas escritura Transité sin percatarme de ellos hasta un trono De corales y de mirra entrelazada en los tesoros Un hombre de pelo plomo me cubrió de gazas blancas Devolvió a mi mis sentidos y cultivó en unas zanjas Un par de rosas naranjas, una roja y una negra Que al contacto con la roja las naranjas desintegra Le dije por qué me entregas acertijos cuando hoy Quiero respuestas que me muestren el sentido en el que voy Quiero saber por qué si estaba muerto han vuelto llegar los hálitos Por qué no diferencio de mis sentimientos de mis hábitos Por qué en cada ámbito el odio es mi acompañante Por qué no puedo sentir hoy como sentía antes ¿Será que estoy distante de quien fui alguna vez Y que mi carácter frío es producto de mi adultez? Así es me dijiste, la inocencia la perdiste En tu niñez y ahora nada más te queda un cuerpo vacio y triste Se encrustó en ti en tridente del rencor, la soberbia Y el temor que vuelve enferma a la gente que los observa Desde polvo formé ángeles de azules emociones Y en baules celé siempre sus pequeños corazones Para que así puedan tomar la decisión de continuar De estacionarse o de seguir, Son los humanos que con actos pueden vivir o morir Es un regalo de mi parte su vida que no domino Solo tú puedes cambiar lo inevitable del destino Y sino encuentras en el mundo tu razón existencial Debes buscar en tu interior y seguro la encontrarás Y seguro la encontrarás