Aún no encuentro las palabras para agradecerte tanto
Y me quedariá corto si tratase de intentarlo.
Con un nudo en la garganta, te escribo al borde del llanto,
Recordanto tu sonrisa, tus ojitos y tu encanto.
Desde que me acuesto hasta que me levanto.
Te tengo siempre en mente yaya, no sabes bien cuánto.
He intentado mantenerme firme, pero no lo aguanto.
He dormido cada noche, y aún siento que no descanso.
Aún me acuerdo dde tus bromas, de tus risa y tu olor.
De los paseos de tu mano por la calle mayor.
De las visitas al McDonald's, dedl juego del avión,
De las noches que lloré para llamar tu atención.
Tú venías y decías que estarías siempre ahí,
Que los monstruos no existían, que teniá que dormir.
Te pedía dormir contigo y siempre decías que sí.
Y aunque el yayo se enfadara, te tumbabas junto a mí.
Tú siempre fuiste el ejemplo de abuela de verdad.
Tú siempre fuiste el ejemplo de querer y de amar.
Tú siempre fuiste el ejemplo que yo quise admirar.
Y en la vida va a haber nadie que ocupe tu lugar.
Por esas veces que orgullosa le pedías a mamá
Que te enseñase en el móvil cada canción que subí.
Ahora me duele en el alma saber que no verás más.
Por eso quiero que la mejor se queda para ti.
Es "la canción que te mereces." Perdón por hacerla tarde,
Pero juro que no sabes lo que duele recordarte.
Y pensar que ya no estás aquí y que no puedo abrazarte.
Y tener tu voz clavada cuando voy a cualquier parte.
Pero ahora ya descansa. Sé que no ha sido fácil.
Tres años de hospitales el cuerpa tan frágil.
Ni olvidándolo todo dejaste de ser tan grácil.
Ni olvidándote de todos te olvidaste de tu Javi.
Cuando me sienta algo solo y me encuentre perdido,
Voy a cerrar los ojos y sé que tú estarás conmigo.
Y cuando sienta ese vacío y no sepa por qué escribo,
Voy a mirar el cielo, porque hoy tengo otro motivo.
Duele no volver a verte,
Decirte hasta siempre,
Y allí donde estés que recuerdes siempre que te quiero.
Y sé que vas a estar presente,
Y vas a protegerme,
Y vaya a donde vaya en el pecho guardada te llevo.
Créeme cuando digo que sé que me has hecho fuerte,
Y que eres lo mejor que ha podido pasarle a este cielo.
Y puede que aunque el tiempo vuele,
Siempre me recuerdes,
Y me veas crecer sonriéndome junto al abuelo.
Gracias por quererme tanto desde que era un niño.
Gracias por cuidarme y regalarme tu cariño.
Por haber ido conmigo cuando subía peldaños.
Por hacerme tan feliz estos ventinueve años.
Te prometo que en mi vida, yaya, te voy a olvidar.
Hasta el día en que me marche en mi memoria vas a estar.
"La canción que te mereces", te la pude dedicar.
Ahí va tus cinco minutos, abuela... descansa en paz.