Delirios de la imagen que en la paz nocturna se enmarañan E inventan cuentos de luna y laurel De luna por las noches, de caricias hasta la mañana Luna de espinas que nos vio nacer Déjame entrar a tu ciudad de piedra Y rabia de sal que el hormigón se quiebra Como el cristal Si ante las dudas gritas más Que el canto de sirenas en la mar revuelta ante la tierra Vuelvo a la blanca y fría cárcel de palabras que levantan Memorias de lo que fuimos ayer Dos penas que en el hambre de la risa y la mirada clara Nos arrancamos a besos la piel Déjame entrar a tu ciudad de piedra Y rabia de sal que el hormigón se quiebra Como el cristal Si ante las dudas gritas más Que el canto de sirenas en la mar revuelta ante la tierra Oh!, no somos nadie si el sueño se escapa Y el miedo que araña adormece la voz Detrás del hombro al que lloro no hay nada Resquicios de un cuento con escencias del ayer Saldré de mí para mirar la plaga oculta en mis entrañas Lo que se esconde entre el labio y la miel Que en un instante de demencia bate las puertas cerradas Y deja libre el monstruo que he de ser Déjame entrar a tu ciudad de piedra Y rabia de sal que el hormigón se quiebra Como el cristal Si ante las dudas gritas más Que el canto de sirenas en la mar revuelta ante la tierra Oh!, no somos nadie si el sueño se escapa Y el miedo que araña adormece la voz Detrás del hombro al que lloro no hay nada Resquicios de un cuento con escencias... No, no somos nadie si el sueño se escapa Y el miedo que araña adormece la voz Detrás del hombro al que lloro no hay nada Resquicios de un cuento con escencias del ayer