Él, apoyado en la barra, andaba buscando nada, Tú esquivando la rutina intentabas no pensar. Hubo un cruce de miradas, Se escapó la libertad; La suerte ya estaba echada, ninguno quiso pensar Ni recapacitar... Corazones desgarrados que se dejarán llevar donde el deseo les lleve, Sentimientos enfrentados que no quieren razonar y ante los sentidos ceden... Y acabaron con la noche, no dejaron casi nada, Solo el sabor de unos besos y el sudor en un portal, Como dos perros aullando a la luna sin parar, Pidiéndole más fortuna, y ella nunca se la da... Y llegó la madrugada con el frío a despertar, Lo mismo que dos chiquillos a puntito de llorar, Cosa de las despedidas, o del destino quizás: Han de seguir sus caminos y no se deben cruzar. Le dieron vida a otra vida cegados por la pasión, Los pensamientos obcenos nacieron en un rincón, Se paró el tiempo y mañana no importó, tampoco ayer, Donde sobraron palabras hubo sitio pal placer; Pero después... Corazones desgarrados se vuelven a desgarrar cuando se tuerce el presente, Sentimientos enfrentados hoy paran a razonar, y las consecuencias duelen...