¿Sabes qué pasa cuando pasas tú por cerca de mi mirada?
Se cae la noche para ocultar la luz que de tus focos se escapa,
Capaz de todo para acribillar el tiempo con las palabras,
Salir del lodo para contemplar, seguro te descalabras al andar.
Y luego miro al frente y ya no estás y el cielo mira desde arriba
La barriga del que no puede mirar y las estrellas desdibujan
Su paisaje que empezaba a deslumbrar, el tren que pasa tan deprisa
Que la risa se me empieza ya a encajar y tu camisa
De once varas tiene doce para que no falte de nada.
¿Sabes qué pasa si te rayas tú con cada humilde palabra?
Que me estremezco solo en mi ataúd y abrazo a la madrugada,
Nado entre sombras buscando una luz que al final siempre se apaga,
Salgo corriendo si viene un alud y
Ya me quedo yo en babia y no estás tú.
Y llego al infinito con mi cruz, y el universo se desquitó,
Lanzó con saña pero no apuntó un meteorito
De desamor, que hizo del cielo un infierno.
De pronto un verso que no rimó apareció como el resplandor,
De un estallido del corazón que se quedó hecho pedazos sin motor,
Y al mirarse al espejo pereció.
Cuesta arriba no hay camino si te paras a pensar,
No hay mesías ni rabino porque no hay necesidad,
Pasé la noche en vela a la lumbre de un volcán,
Leyendo una novela sin principio ni final.
Y al filo del abismo me asomé sin vacilar,
Buscando la manera de poder imaginar,
Que tú vendrás, que nadie nos oirá,
Mientras tanto espérame que salto ya.