No pienso permitir Que tu saliva desmorone La pieza angular De todas nuestras ilusiones. Sedando mi reacción visceral El odio corroe mi espina dorsal Elévate pisándonos Lo que das, mereces. Humillado en mi sobriedad. Cohibido sin poder hablar. Deseo desencajar La sonrisa que me descontrole Puedes marchar en paz La misma paz que nos proporciones. La mala hierba tardará en morir, El óxido corrompe las ganas de seguir Ahógate engullendo nuestros huesos rotos. Humillado en mi sobriedad Cohibido sin poder hablar. Faltas mi respeto, No valoras nada más Que tus prejuicios, Hueco y sin moral. Es tan fácil querer enseñar Lo que no pudiste demostrar. No... no hay perdón. No... cohíbas mi inspiración.